resucito
cada mañana
en
un mundo de látex acolchado
y
observo mi campo vectorial
mientras
desde el techo me miran
cinco
ojos de bajo consumo
con
una rodilla como un sándwich
mi
pierna parece una pata defectuosa
de
un mueble mal montado
pero
ya no admite devolución
se
ha pasado el plazo
tras
un cuerpo a cuerpo
con
el gel de ducha
cien
por cien libre de parabenos
y
un café encapsulado
salgo
al día con la esperanza
de
que no sea una fotocopia de ayer
entre
conversaciones móviles
y
llamadas y miradas perdidas
descargo
la mañana
con
una lectura suelta
en
el libro sin papel
y
con una escritura agarrada por los pelos
con
mis dedos bolígrafo
por
un milagro del táctil cristal
termino
la tarde tarde
con
el propósito antioxidante
de
no escuchar bocas huecas
huyo
de la pantalla de las mentes planas
para
poder anochecer
sin
heridas de consideración
metido
en el sobre
como
una carta para enviar mañana
leo
un capítulo de mi libro de turno
y
capitulo
y
me muero de sueño